Carlos Bagur / Henar Soria
Octavo día de peregrinación.
Hoy hemos salido de Badajoz rumbo a Plasencia, dando así comienzo a la segunda parte de la peregrinación, más enfocada en compartir y contemplar la obra que el Señor ha ido haciendo en nosotros, a la vez que recibimos una palabra de parte de Dios que sella la peregrinación.
Como cada día hemos rezado Laudes en el autobús, en ellos hemos incorporado las primeras vivencias. Las palabras del Papa, el encuentro vocacional y la comunión entre los hermanos es de donde más se ha servido el Señor para tocar la vida.
En torno a las doce del medio día hemos celebrado la Eucaristía en el Santuario de la Virgen del Puerto de Plasencia. Tras la misa hemos comido muy cerca de allí junto a otros peregrinos de comunidades de Madrid. Al terminar, hemos seguido nuestro viaje en autobús hasta Palencia, en el que hemos aprovechado para descansar y seguir compartiendo experiencias.
Al poco de llegar al hotel hemos cenado y después hemos retomado la ronda de vivencias.
«Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia»
Diario del peregrino
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