Daniel Moyano / Fernando González / M. Ángel García
Hola e-peregrinos,
Hoy día de la solemnidad de san Roque el Señor nos ha concedido no madrugar y un hotel de lujo. Para comenzar, hemos desayunado con una amplia gama de alimentos más allá del croissant y el café.
Tras cargar el bus dejamos atrás los lujos y dos maletas. Luego hemos hecho los laudes y Jaime ha batallado con su mostoleño interno para pronunciar la palabra contumelia.
Acabado el rezo de los laudes hemos escuchado saludos y ánimos por parte de viejos peregrinos para seguir contándonos sus vivencias y animarnos. Después de una parada para solucionar necesidades fisiológicas básicas, el Señor nos ha regalado experiencias de los hermanos en las que hemos visto como el Señor va tocando su corazón.
Más tarde llegamos al monte del gozo donde gozamos de una buena comida.
Posteriormente, emprendimos nuestro viaje a la catedral de Santiago donde pudimos contemplar las gracias que el Señor nos ha regalado a través del apóstol.
Una vez allí, disfrutamos de la eucaristía de la solemnidad de san Roque patrón de nuestra parroquia y peregrino.
Nosotros, significados en las figuras de Pablo y Jaime, hemos recibido la gracia de participar sirviendo a la asamblea. Además hemos recibido una homilía políglota en la que han resaltado la figura de san Roque.
Para finalizar nuestra jornada, regresamos al hotel donde nos esperaba un rico pollo asado que ha hecho las delicias de los más alérgicos.
Cristo es la síntesis de todo y está en todos
Ana G. / Judit M. / Sara G.
¡Hola e-peregrinos!
Aunque ya le hemos cogido el tranquillo a eso de madrugar… Creo que todos los peregrinos aquí presentes, estamos de acuerdo en que dormir un poquito más se agradece.
Después de haber descansado, hemos tenido la posibilidad de disfrutar de un gran desayuno, ¡como Dios manda! Aunque algunos se han equivocado de hora y no han podido disfrutarlo con nosotros.
En seguida hemos subido al autobús, y a pesar de que se nos ha preguntado si todos habíamos metido la maleta, alguna que otra se ha quedado en el hotel, esperamos que sus dueños las pueden recoger lo antes posible
Tras habernos acomodado, hemos empezado con las laudes. Y nos hemos percatado de que había más de un arrítmico en el fondo sur del autobús.
A pesar de que el Señor nos estaba permitiendo disfrutar de unas maravillosas laudes, hemos tenido que parar, porque era hora de estirar un poco las piernas.
Después de un descansito hemos podido continuar con las laudes, y por fin llegaba ese momento que tanto esperábamos: ¡LAS EXPERIENCIAS! Puesto que aunque nuestro destino de la peregrinación era llegar a Santiago, esto también es algo que en el fondo estábamos deseando.
Tras unas experiencias sorprendentes y emotivas, hemos podido ver la gracia de Dios a través de cada uno de los que ha hablado y hemos visto reflejado como Dios nos da una palabra de consuelo, única y especial para cada uno de nosotros. Ya estamos deseando poder escuchar a todos los hermanos que faltan.
Finalmente hemos llegado al hotel pero la verdad sea dicha hemos tenido que hacer una parada entre medias por necesidades fisiológicas.
Al bajar del autobús nos ha sorprendido el magnífico tiempo de Galicia al que no estamos acostumbrados. Hemos comido y a continuación se ha hecho el reparto de habitaciones, y en menos de media hora, ya estábamos otra vez de vuelta en el autobús, y en marcha hacia la preciosa catedral de Santiago, ¡nuestro querido patrón! Aunque no hemos de olvidar la fiesta de hoy, la de san Roque.
También hemos podido disfrutar de un fantástico tiempo libre por grupos para poder descubrir la belleza de esta ciudad.
Como ya es costumbre una vez más el Señor nos ha concedido la posibilidad de poder celebrar una Eucaristía, en este caso un tanto diferente. Ha sido una experiencia «inolvidable», «幻想曲» (Juansangsi) (fantástica), «stupechente» (increíble) y «unique» (única) haciendo referencia a todos y cada uno de los idiomas a través de los cuales hemos recibido la celebración, en la que se ha hecho presente a nuestro queridísimo san Roque
Nuevamente hemos tenido un rato de descanso y por último nos hemos reencontrado enfrente de la catedral para poder ir de nuevo a nuestro autobús.
Por último, pero no por ello menos importante, hemos podido disfrutar de una merecida cena.
¡Ya estamos deseando que llegue el día de mañana para poder disfrutar más de todas las cosas que nos regalará el Señor!
No tengas miedo; yo soy el primero y el último. Soy el que vive; pues morí, pero ahora estoy vivo para siempre