Ana Gómez-Carpintero / Isabel Moreno
Nazaret – Domus Galilææ – Nazaret
¡Queridos e-peregrinos!
Un día más hemos madrugado, a las 07:00, sin saber la multitud de regalos que nos iba a hacer el Señor. Nuestro viaje comenzaba a las 08:00 cuando iniciabamos el peregrinar hacia la Domus Galilææ. El paisaje que nos anunciaba nuestra llegada allí era realmente espectacular.
Al llegar nos encontramos con un grupo de italianos y nos fundimos con ellos al entrar donde nos recibieron los seminaristas con una calurosa bienvenida. Después hemos recorrido la casa con un seminarista, Leandro, que nos ha acogido con los brazos abiertos. Ha sido maravilloso ver como Dios ha inspirado la construcción de la casa, cada detalle modelado al milímetro, que representa el amor de Dios.
Después fuimos al primado de Pedro, donde hemos tenido una palabra del Señor y una exhortación por parte de nuestros catequistas. En este mismo lugar el Señor no sólo nos dió unas vistas magníficas sino que nos permitió tocar el agua del lago, donde Jesucristo, tal y como hemos visto hoy, hizo y sigue haciendo milagros.
Visitamos más tarde Capernaum y la casa de Pedro, donde también recibimos una gran palabra.
Apenas tuvimos 30 minutos para comer ya que teníamos que montarnos en una barca para navegar por el lago y disfrutar de una vista increible desde el centro del lago. Con todo esto nos habría no solo bastado, sino sobrado, pero aún asi el Señor nos tenía un último regalo: celebrar una eucaristía al aire libre a la orilla del lago, una eucaristía festiva y llena de agradecimiento al Señor.
Llegamos al hotel, dispuestos a disfrutar y a dar gracias a Dios por todo lo acontecido y lo que va a acontecer.