Santiago Martínez
Tel Aviv – Madrid
¡DAYENÚ!
Esta es la palabra que cualquier día desde el pasado 9 de mayo podríamos decir a cada instante, con cada cosa que Dios ha hecho en esta semana nos habría bastado, no obstante Dios nos ha ido regalando más.
Nuestro vuelo llegaba a Madrid a las 06:00 y tras la recogida de equipajes partíamos en autocar hacia la parroquia, nuestro último destino, como siempre. Llegamos alrededor de las 07:00 y allí nos esperaban los hermanos para darnos la bienvenida, a pesar de las tempranas horas.
La peregrinación no terminaba ahí. A las 18:30 estabamos citados para contar al resto de hermanos de la parroquia las maravillas que Dios había hecho en estos días y darle, así, la gloria a quien se la merece: el Señor. Después de las experiencias de los peregrinos culminamos con una estupenda eucaristía festiva en la que se palpaba la alegría de los hermanos, los peregrinos, por las maravillas vividas, y los demás por las maravillas vistas en los peregrinos.
Ciertamente han sido incontables las gracias de Dios en esta peregrinación, innumerables dones, a cada momento, que no han hecho otra cosa que certificar que Dios, una vez más, como siempre, lo ha hecho bien.
Ya estamos convocados para la próxima, Dios mediante, que será los próximos 29, 30 y 31 de marzo de 2010 a Santiago de Compostela con ocasión del año jubilar compostelano.
Por lo demás, y en nombre del equipo de CNPSR, agradecer a todos vuestra colaboración. A los peregrinos por poner a nuestra disposición su vida, sus experiencias y su tiempo, y a los que nos habéis seguido desde aquí por vuestra fidelidad. Sólo queda decir que si Dios quiere nos veremos en la próxima.
¡Nos veremos en Santiago!