Javier Martínez
Castelo Branco – Fátima – Castelo Branco
¡Muy queridos e-peregrinos!
¡DAYENÚ! Esa es la palabra que resume el día de hoy. Ya sé que suena un poco arquetípico en tiempo pascual, pero es lo que sale del corazón de cada uno de los peregrinos de San Roque.
Y eso que el día ha comenzado de manera bastante anodina, sin demasiado madrugón, pero en cuanto hemos entrado en el autobús hemos empezado a vislumbrar las gracias que el Señor nos tenía preparadas. Primero, con la cercanía de los hermanos que no estaban, en forma de e-mail (en este caso, Ana María, de la 6ª comunidad); después, con el rezo de las Laudes, ligadas al discípulo Matías, que nos ha hecho recordar las últimas gracias derramadas sobre nuestra parroquia con la ordenación presbiteral de Matías (el nuestro), al cual hemos aprovechado para felicitarle en su cumpleaños. La mañana la hemos cerrado con la visita al convento de Tomar, la cual nos ha acercado a la intimidad con Cristo a través de la belleza de este monasterio y su emplazamiento.
Tras la reponedora comida, nos hemos puesto en camino hacia el encuentro con Kiko, Carmen y el Padre Mario, en la misma explanada de Fátima. Hemos llegado con tiempo y hemos tenido un lugar privilegiado frente a la capilla de las apariciones, desde la que hemos podido disfrutar, íntegra, la procesión de la imagen de la Virgen de Fátima, que ha presidido el encuentro.
Kiko, en su exhortación kerygmática, nos ha instado a la importancia de convertir el corazón, de que Dios habla a todos y en todo momento, y que la llamada vocacional del cristiano, es día a día y en la imagen de Cristo resucitado, aunque en estos encuentro se exteriorice con la llamada al presbiterado y la vida consagrada.
Entre chubascos y otras aleatoriedades meteorológicas muy cambiantes, hemos pasado el encuentro, que ha terminado con la llamada vocacional, presidida por el patriarca de Lisboa, que ha llegado acompañado al encuentro por otros obispos diocesanos, y de nuestro hermano de la parroquia, Fernando, marido de Ana, que están en misión aquí en Portugal. Dios nos ha regalado 750 vocaciones (400 chicos y 350 chicas) que Kiko ha asegurado, ayudarán para reforzar la evangelización en China y todo el Asia oriental, muy marcado por el comunismo y el ateismo.
En conclusión, ha sido un día muy bueno, casi excelente en regalos de Dios que compartiremos en las futuras experiencias, pero eso será mañana; ¡más y mejor!
Buenas noches desde un Castelo Branco precioso con las luces encendidas durante la noche. Otro regalo del Señor: la comodidad. ¡Au! ¡Au! ¡Au!
PD: Por primera vez en más de 20 años, ha habido más hermanos españoles que italianos en el encuentro con Kiko, ¡un preludio de Madrid 2011! Kiko habló en español para todos nosotros. 10.500 hermanos españoles de los 25.000 totales.