Elena López / Fernando González
Brignoles – Cremona
Queridos e-peregrinos:
Empezamos nuestro súper tercer día con un madrugón digno de peregrinos. Amanecimos en Brignoles con un buen desayuno al estilo francés.
Nuestro día continúa en nuestra comunidad de cuatro ruedas rumbo a la parroquia de la Divina Misericordia en San Bartolomeo al Mare rodeados durante el trayecto de la inmensidad del mar. Durante el camino ya vamos viendo varios cambios de sitio en el bus aunque aún queda camino por recorrer.
Después de la eucaristía hicimos misión en la salida de la iglesia con la grata sorpresa de que una señora nos dio las gracias y se conmovió al vernos. Ya, solo por ese momento, mereció la pena todo el día.
Nos ponemos rumbo a través de unas vistas dignas de un cuadro de Sorolla y llegamos a nuestro querido maná. Un autoservicio llamado Autogrill donde se nos deleitó con unos increíbles trozos de pizza (los primeros en nuestro camino) y focaccia.
Volvimos a nuestro autobús y parecía que poca gente quería dormir (para desgracia de nuestros peregrinos dormilones).
Llegamos a Cremona (ciudad de los violines) donde nuestra primera parada fue en el Convento di S. Giuseppe, frati minori cappuccini, donde un fraile nos dio su testimonio de vida, muy enriquecedor. Realizamos las Vísperas llenando de vida el convento y nos encontramos con una antigua hermana de la segunda comunidad, Valentina. Un emotivo reencuentro para todos.
Nos dirigimos a nuestro hotel listos para descansar y cenar.
Cenamos en un gran restaurante un querido plato de pasta tan deseado como siempre por los peregrinos de San Roque. Disfrutamos de un agradable paseo todos juntos al hotel donde ya vamos creando una gran comunidad e intentamos darle todos una patada al demonio día a día y abriendo las puertas a la voluntad de Dios.
Gracias a todos nuestro queridos lectores, ¡no tengáis miedo en mandarnos mensajes de ánimo! Rezamos por todos vosotros.
No dejamos de pensar en vosotros, José Luis, Marielvi, Lidia y nuestro querido párroco que lo llevamos siempre con nosotros.
¡Os tenemos presentes a todos!
Hasta la crónica de mañana.
"Dejaos sorprender por Cristo, Él no quita nada, lo da todo " (Benedicto XVI)
