Loreto García / Luis Gómez
Montserrat – Brignoles
Buenos días e-peregrinos:
Comenzamos este segundo día de peregrinación con un gran madrugón ya que nos esperaba una etapa bastante larga. Al igual que el primer día, comenzamos haciendo de nuevo un Tetris con las maletas para poner rumbo a la frontera con Francia, donde hicimos una pequeña parada.
En cuanto cruzamos la frontera, celebramos que un hermano del autobús consiguiese salir del país, ya que en la JMJ no lo consiguió. Paramos en Montpellier en la parroquia de San Roque, un momento muy emotivo ya que nos recordaba de dónde venimos. En este lugar hicimos la eucaristía, aparte de bailar, y nos acordamos de nuestros catequistas José Luis, Marielvi y Lidia, y también de nuestro querido párroco Juan Antonio. Que sepáis que os tenemos en nuestras oraciones y os tenemos muy presentes.
Después de esta parada nos dirigimos a comer. Las largas horas de autobús nos han hecho estar en comunión haciendo el tradicional juego de las peregrinaciones, Furor, dividiendo el autobús entre los más experimentados contando con la ayuda de varios salmistas y los más jóvenes. En este juego hemos podido comprobar la diferencia de estilos musicales y la competencia, pero siempre desde la comunión.
Haciendo un pequeño parón para comer, hemos degustado la gastronomía francesa y a muchos de nosotros no es que nos haya gustado especialmente, pero como dicen los catequistas, si este día ha estado bien, el siguiente mejor.
Retomando el trayecto en el autobús, la parte trasera de este, es decir, los más jóvenes, hemos matado el tiempo jugando al lobo, mientras que la parte delantera mantenían conversaciones muy profundas.
Para terminar el día hemos llegado al hotel, donde hemos dejado el equipaje y nos hemos dispuesto a cenar. El Señor nos ha enseñado que a pesar de a diferencia de hermanos, hemos formado una comunidad que a lo largo de estos días se hace más fuerte. Mañana nos vemos en un nuevo día de peregrinación.
"Velar por las armas"
