Miguel Díaz-Cordovés
Kuala Lumpur
Esta crónica corresponde a nuestro penúltimo día de viaje, por lo que ya se palpa el ambiente de tristeza característico de los finales de peregrinación.
Aunque este día de santa Ana se antojaba un día duro y en el que el cansancio parecía ser la nota dominante, finalmente el 26 de julio ha sido una jornada de bastante descanso para «casi la totalidad» de peregrinos.
El día comenzó con un larguísimo viaje desde Sydney hasta Kuala Lumpur (Malasia) pasando por la ciudad australiana de Brisbane, en cuyo aerpuerto pasaríamos algo más de una hora, para embarcar después en el mismo boeing 747, con dirección a Kuala Lumpur.
Ya en la capital malaya nos advertimos de un nuevo y negativo suceso: Jacob, había extraviado su pasaporte de Brisbane, durante la escala técnica, de ahí que su estancia en Malasia no haya sido del todo real. Esperaba al consul español en Malasia y la resolución de los trámites pertinentes en la zona de territorio internacional del aeropuerto. Mientras tanto el resto de peregrinos disfrutaban de un magnífico desayuno, instalaciones (spa, piscina, gimnasio, etc.), habitaciones y cena en el más prestigioso hotel aeroportuario de Asia, que ya conocíamos de la ida.
Antes de la cena, continuamos con las experiencias de las peregrinación, aunque no muchos hermanos pudieron dar sus vivencias de la misma, ya que pocas horas después debíamos embarcar de nuevo para llegar a Madrid el día de mañana.
Ya en el aeropuerto nos encontramos con Jacob, junto a la zona de embarque del aeropuerto de Kuala Lumpur.
Feliz día de santa Ana a todos los e-peregrinos.
PD: Mañana llegaremos a la parroquia entre las 16:00 y 16:30.