Nazaret Ortega / Teresa Pascual
Valvanera – Miranda de Ebro
Buenos días peregrinos en la distancia:
Hoy al haber dormido en el monasterio de la Virgen de Valvanera hemos podido disfrutar de la naturaleza y el silencio de las montañas en la que nos encontrábamos.
Después de desayunar hicimos Laudes frente a la Virgen de Valvanera donde al final el prior del monasterio dio su experiencia de vocación y con ella nos invitaba a tener como meta de vida el cielo, haciendo eco de lo que ayer vivimos en Barbastro. Después de recoger las maletas nos dirigimos de nuevo al santuario para celebrar la eucaristía. La actitud de María hacia su prima Isabel nos invitaba a confiar en las promesas que nos hace Dios y copiando la alegría de María e Isabel nos pusimos a bailar.
Finalizando nuestra estancia en el monasterio después de la comida nos dirigimos hacia el monasterio de la Virgen de la Piedad en Casalarreina a la cual entramos en procesión con cantos a la Virgen. Las monjas dominicas nos acogieron para rezar Vísperas juntos. Luisje nos presentó como peregrinos, y recalcó que el peregrino es aquel que busca a Dios. Y como el Señor lo tiene todo pensado el evangelio al azar que abrió Jaime fue la búsqueda por parte de los pastores creyendo a los ángeles sobre el nacimiento de Jesús.
¿Os suena de algo? Tanto el evangelio que escuchamos en Laudes como el de las Vísperas nos muestran a personas a las que Dios promete cosas y ellos se ponen en camino para descubrir que es verdad y dar gloria a Dios. Y eso es lo que hicimos al bailar en la plaza con la gente del pueblo viéndonos, incluido el párroco del pueblo.
Con el sabor de los bollos de las monjas en la boca fuimos al hotel donde nos hospedaremos dos noches. Para concluir el día empezamos la ronda de experiencias de la peregrinación, una valiente se presentó voluntaria y abrió su corazón. Y con una palabra que abrieron los catequistas el Señor la alivió. Se están empezando a ver los frutos de la peregrinación, pero todavía quedan muchos por ver. Seguid leyéndonos y los descubriréis con nosotros.
“¿De qué sirve ganar el mundo entero si pierdes tu alma?”
