Río 2013: 25 de julio

Ernesto García / Mercedes Heredero

La tercera jornada de la peregrinación empezó muy pronto. Hemos abierto los ojos a las 5:30 AM para desayunar temprano ya que teníamos por delante aproximadamente 3 horas en autobús hasta el santuario de Nuestra Señora de Aparecida.

Como ya nos habían avisado, la lluvia nos ha acompañado desde primera hora de la mañana, así que solo los cánticos de los hermanos de otros países alegraban el ambiente del Santuario mientras nuestro grupo llegaba.

El Señor nos estaba esperando en una sala para nosotros solos que no por casualidad se llamaba «capilla vocacional», donde hemos celebrado la eucaristía en honor a Santiago Apóstol, patrón de España.

Ha presidido nuestro párroco, que ayudado por la riqueza de la Palabra nos recordaba que el mismo Espíritu que resucitó a Jesús es el que actúa en nuestra vida cada día, y por eso, nuestra vida tiene esperanza.

Tampoco era casualidad estar en un santuario mariano este día, ya que la Virgen María, bajo la advocación del Pilar, también patrona de España, le dijo a Santiago: «¡Ánimo!, ¡Ánimo!» cuando ya pensaba abandonar España y la evangelización.

Hoy nos dice lo mismo a nosotros, que respondamos a esta vocación, a esta llamada a dejarlo todo, a seguirle, a beber este cáliz del Señor que es hacer la voluntad de Dios.

Tras la eucaristía hemos visitado la basílica donde ayer el Santo Padre celebró la eucaristía y hemos visitado la imagen de la Virgen de Aparecida.

Se nos ha hecho la hora de comer y hemos ido a un maravilloso club de golf de camino a Sao Paulo que nos había buscado Miguel Álvarez, de la 4ª. Parecía un paraíso de vegetación y naturaleza y hemos comido como reyes… Tanto que estamos pensando venir aquí toda la parroquia a celebrar la Pascua.

La vuelta nos ha permitido convivir en el bus como hemos hecho siempre, haciendo por fin las ya clásicas presentaciones empezando por los hermanos que peregrinan por primera vez, los hermanos agregados y los que hemos cambiado de estado. Ha sido un viaje maravilloso cantando los clásicos del autobús con las guitarras, los bailes que a mas de uno nos han hecho recordar a todos los que en algún momento pasaron por este autobús/laboratorio de la fe.

En el transcurso del viaje nos hemos enterado que debido a las lluvias el campus fidei está anegado e imposible de transitar. Han suspendido todos los actos de la JMJ en Guaratiba y los trasladan a la playa de Copacabana, donde esta nuestro hotel y nos íbamos a alojar a partir del domingo, pero el Señor que nos cuida muchísimo, y san Roque que no se olvida de nosotros, han provisto que también podamos pasar la noche del sábado, así pues, con la certeza de que el Señor hace vanos los proyectos de los pueblos y que el suyo subsiste por siempre vivimos expectantes el desarrollo de los próximos días y como nos sorprenderá el Señor.