María López / Mª Jesus Mas / Miriam Benedicto
¡Buenas noches e-peregrinos!
La palabra que define mejor nuestra segunda jornada es como ha dicho nuestro querido catequista: Dayenú.
Para comenzar, nos hemos despertado temprano para dirigirnos a la Alhambra. Una edificación llena de belleza, con jardines, luz y agua donde nos hemos sentido como los guerreros de la reconquista soportando el calor. Hemos visitado por grupos los palacios nazaríes, el generalife y la alcazaba, que según el tiempo que ha tenido cada uno, se ha podido disfrutar de ellas. Un edificio emblemático de nuestro país y patrimonio histórico de la humanidad, con sus yeserías, almenas, mampostería, azulejos, inscripciones… hacen de ella algo único y digna de contemplación.
Tras la acalorada mañana, nos hemos podido refrescar un rato en la piscina del hotel antes de comer.
Por la tarde, después de descansar un rato hemos puesto rumbo al convento de Santa Isabel la Real, un lugar muy emotivo para nuestra parroquia. El encuentro con las hermanas ha comenzado con la presentación de la orden y su vida se resume en pobreza, contemplación y fraternidad. Además, el Señor nos ha regalado poder disfrutar de las experiencias personales de las hermanas, que poniendo por delante su historia llena de pecados y sufrimientos, han visto que el Señor es más fuerte en esta misión, y que es Él el que nos prepara para ella.
Después, hemos compartido con ellas una especial eucaristía, ya que hoy la Iglesia celebra Santa María de los Ángeles una de las fiestas más importantes para los franciscanos y al que ellas pertenecen y que nos ha concedido la indulgencia plenaria.
Finalmente, nos han preparado un ágape con sus deliciosas pastas y magdalenas y unas pulseras con mensajes del Señor para cada uno de nosotros.
«El señor habla a través de las inquietudes de la vida»
Diario del peregrino
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